lunes, 7 de marzo de 2016

¿reflexión final? una pausa nada más

Para finalizar y cerrar el primero de los bloques de nuestro curso #Alimenta_INTEF voy a realizar una reflexión acerca de aquellos aspectos que más me han llamado la atención y sobre los que pueden serme más útiles de cara a su trabajo en el aula.

En este bloque hemos conocido a nivel teórico la importancia de conocer qué es lo que comemos, de manera que podamos aportar a nuestro cuerpo la cantidad y calidad de alimentos que necesita, en función de las necesidades específicas de cada individuo. Así, hemos conocido los diferentes nutrientes que están presentes en diversos grupos de alimentos y los principales aspectos del proceso digestivo, íntimamente relacionado con el tipo de nutrientes que hemos ingerido en cada toma.
Me han parecido muy interesantes las actividades, tanto desde el punto de vista personal, como experiencia de aprendizaje a nivel individual, como desde el punto de vista de "mi yo docente", ya que la actividad de analizar un plato creo que será muy útil para trabajarla con mis estudiantes de secundaria, al igual que la del juego con los tipos de nutrientes y alimentos. La de análisis de la alimentación que realizas en un día me pareció muy completa. De hecho, lo que me gusta aplicar en el aula es en lugar de pesar los alimentos de cada ingesta, que el alumnado le saque una fotografía, y se elabore al final un mural #Instafood (tipo instagram) con etiquetas y hashtags con los tipos de alimentos y tamaño de las raciones en cada comida.
¡Todo lo que sume en este tipo de actividades cuenta!

Además, el poder ver y conocer entre compis del curso cómo veíamos nuestra dieta me parece una tarea muy completa, ya que puedes ver que todas lo intentamos hacer bien. Como le comentaba en el foro del grupo a una compañera, en mi caso el ser diabética tipo 1 (insulino-dependiente) desde los 11 años, me ha proporcionado una base de conocimientos sobre nutrición y alimentación que las enfermeras de diabetes del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Teté y Tere, me dieron en su día, y que era absolutamente necesaria de cara a mantener las glucemias en niveles óptimos. Gracias a esos primeros pasos fui aprendiendo a cuidar mi comida y a valorar el cuerpo en su justa medida, intentando mimarlo al máximo tanto con la alimentación como con el deporte y las emociones que vivo cada día. Claro que hay días en los que te comerías alguna hamburguesa gigantesca y beberías solo Coca-Cola (light?), pero el acierto de fomentar hábitos saludables es que adquieres los conocimientos necesarios para vivir la alimentación de una manera consciente, respetando tu salud y tu modo de vida. Y si algunos días quieres comer mal, pues lo haces, sin remordimientos, pero has de saber encontrar el camino de vuelta a la senda de la salud. Quienes somos diabéticos vemos esto reflejado en nuestras glucemias cada día. Como le comentaba a una compañera, a veces algo que parece una "crisis", como una enfermedad crónica, nos da la fuerza y el empuje para nadar en aguas de la salud y valorar más nuestro cuerpo, nos da un motivo más para cuidarnos, transformándolo en una oportunidad, como bien ejemplifica el símbolo chino para crisis, compuesto por los ideogramas de peligro (Wei) y oportunidad (Ji).

¡Espero que sigamos aprendiendo mucho a lo largo del curso y nutriendo nuestros saberes, aprendiendo maneras interesantes, saludables y sabrosas para fomentar una nutrición y estilos de vida de lo más saludable entre nuestro alumnado!

Nos vemos en el camino ...

¡Y se me olvidaba! Os inserto aquí un vídeo de la Doctora Paula J. Fonseca, escritora de dos libros sobre cómo cuidar nuestros hábitos alimentarios para prevenir o luchar contra el cáncer, que creo que os gustará. Un abrazo y buena semana a tod@s 

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